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PROMEI

Nos tenemos que parar en diciembre del año 2003. Reunión de la Asamblea General de ASIBEI en Madrid, en donde por primera vez lineamientos generales para el ingeniero latinoamericano.

En el año 2004 hay dos cuestiones en paralelo: por un lado había comenzado el proceso de acreditación de 2002 y veníamos acreditando. Y sabíamos todos los problemas que teníamos.

El Ministerio de Educación declara a las Ingenierías carreras prioritarias.

Nos llaman a CONFEDI para ver cómo llevar y cómo trabajar con esas carreras prioritarias.

Paralelamente, invitan al CONFEDI al lanzamiento del PROMOVE Programa de Modernización y Valorización de la Ingeniería, en Brasil, donde se impone un proceso de acreditación obligatorio. Querían que fuéramos a hablar desde Argentina cómo nosotros veníamos implementando la acreditación aquí.

El PROMOVE preveía una serie de acciones para la mejora, que nosotros en Argentina no lo habíamos previsto; habíamos acreditado y habían salido un montón de problemas y de compromisos en las Facultades, pero no teníamos claro de qué manera íbamos a llevar adelante los planes de mejora.

Cuando la SPU define que las Ingenierías son prioritarias ya en ese momento sabíamos que la acreditación arrojaba que había debilidades importantes, en prácticamente todas las carreras de Ingeniería del país, prácticamente solo el 17% acreditó por seis años (todas las demás acreditaron con compromisos).

Se plantea entonces qué es lo que estaba por hacer Brasil –que hasta el día de hoy no lo ha hecho- como política de Estado y que nos parecía importante ya que nosotros habíamos hecho la primera etapa Brasil, que era la acreditación, y que teníamos que ir hacia la segunda etapa que era un plan de modernización y valorización de la Ingeniería.

Así el PROMOVE brasilero, adaptado, se transforma en la propuesta de CONFEDI, PROMOVI. Esos requerimientos que adecúa CONFEDI cuando formula la propuesta tienen que ver con llevar adelante un plan en el cual se cubrieran todas las debilidades demostradas en el proceso de acreditación.

La SPU entonces genera una comisión, la Comisión 111, para ver de qué manera se podía trabajar con las Ingenierías. CONFEDI lleva esa propuesta, la de PROMOVI, que se fue debatiendo y ajustando, porque a su vez, había un acuerdo del CIN de 2004, que planteaba cuatro grandes líneas estratégicas para el desarrollo de la Universidad argentina.

Una línea era la generación de ciclos generales de conocimientos básicos. Otra línea era la mejora continua de las carreras que pasaron por un proceso de acreditación. Otra línea era la dedicación exclusiva de docentes investigadores. Y la cuarta línea era la radicación de Doctores, fundamentalmente, en áreas tecnológicas para desarrollar áreas de investigación tecnológica en las Universidades (que después se transformó en el programa RAÍCES).

Entonces la comisión 111 lo que hizo fue alinear la propuesta de PROMOVI con estas cuatro líneas políticas públicas del acuerdo de CIN. Todo tenía que estar hecho, a su vez, en el marco del contrato programas entre las Universidades y la Secretaría de Políticas Universitarias. El contrato programa tenía que partir de un diagnóstico de la Universidad y luego se negociaba con las Secretaría si estaba enmarcada dentro de las líneas prioritarias del gobierno, ya que se trataba de fondos extra presupuestarios.

Lo que se buscaba era una confluencia entre las políticas institucionales de cada Universidad con las políticas de Estado que se habían definido como prioritarias para las Universidades.

Por eso el PROMEI I constó de cuatro programas: el PROMEI, el Ciclo general de conocimientos básicos, el de exclusividad docente y el de radicación. Después agregamos el de Aula Virtuales y el de Alumnos avanzados, para que se reciban, que terminó siendo el programa Becas Bicentenario.

Todo este trabajo se hace en el segundo semestre de 2004; el diagnóstico estaba hecho, porque eran los planes de mejora, y el objetivo fue que el contrato programa, el proyecto que desarrollaran las Facultades, tenía que ir a resolver todos los compromisos que surgieron en el proceso de acreditación.

Entonces se plantea, con visión prospectiva al año 2010, que esa sea la década del aseguramiento de la calidad; teníamos que llegar a fin de la década con todas las carreras de Ingeniería sobre estándares. Ese fue el planteo y el objetivo.

La comisión presentó el informe final en noviembre de 2004 al Ministro de Educación, Daniel Filmus. Filmus lo eleva a Jefatura de Gabinete y por orden del entonces Presidente Néstor Kirchner se le otorgan los fondos, con la condición de lanzarlo inmediatamente.

Trabajamos todo enero en las bases de la convocatoria de PROMEI; el PROMEI se lanzó oficialmente el 9 de marzo y los primeros proyectos se presentaron el 30 de junio. La primera tanda de proyectos se aprobó en agosto de ese mismo año y en noviembre se depositaron los fondos a las Universidades.

Por Daniel Morano

 

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