Este día de la ingeniería encuentra a la enseñanza de nuestra disciplina en grandes tiempos de transformación. En un mundo fluctuante y de necesidades cambiantes, la evolución tecnológica, las emergencias sanitarias, el cuidado del ambiente, demandan nuevos conocimientos y procesos.

En ese camino está siendo direccionado nuestro esfuerzo, para poner al servicio de la sociedad la enseñanza de la ingeniería. Diseñar e implementar una formación académica y profesional que responda al desarrollo del país, al crecimiento económico y productivo.

Llegamos a este seis de junio con un logro que debemos reconocernos entre quienes integramos el Consejo Federal de Decanas y Decanos de Ingeniería. Un trabajo colectivo, de gran esfuerzo, de debates y construcción de consensos.

La reciente aprobación de los estándares de enseñanza marcan un hito en la historia de este Consejo. Un arduo trabajo que culmina y un enorme desafío que se abre, el camino de actualizar los estándares con los que medimos la enseñanza de la disciplina que nos identifica.

Este logro se amplifica si tenemos en cuenta que fuimos agentes centrales en el desarrollo de estos nuevos mecanismos de acreditación. CONFEDI, en el esfuerzo de las personas que la integran, en sus comisiones de trabajo, en las unidades académicas asociadas, ha tenido la oportunidad de definir los ejes fundamentales de estas nuevas condiciones de evaluación.

Un sistema de acreditación diseñado por las personas que más saben sobre cómo enseñar ingeniería. Un sistema de estándares creados por Decanas y Decanos comprometidos con la calidad de la enseñanza y la formación profesional. Los protocolos oficializados por el Ministerio de Educación de la Nación reconocen centralmente el rol que ha tenido CONFEDI y sus equipos de trabajo en la producción de estos instrumentos.

El reconocimiento público y documentado en el boletín oficial no debe producirnos menos que orgullo y una gran responsabilidad: tenemos la tarea de seguir garantizando la calidad de la enseñanza de la ingeniería. Hoy más que nunca, el Estado nos reconoce como una organización validadora y allí deberá estar nuestro compromiso. Tenemos el desafío de apropiarnos de estos estándares, son nuestro mejor instrumento de medición: para comprender los resultados de los procesos que impulsamos y para reconocer las oportunidades de mejora.

El libro rojo es un instrumento preciso, construido a partir de categorías que desarrollamos de manera colectiva, con debates profundos. Es una herramienta fundamental para evaluar el funcionamiento de nuestras instituciones, proceso que nos abre un nuevo desafío.

Empiezan a correr los tiempos para las acreditaciones, comenzando por las evaluaciones de pares. En esta etapa, podemos hacer de la red que conforma CONFEDI un actor fundamental de este momento.

Coronemos este esfuerzo conjunto. El sistema universitario necesita de evaluadores para acreditar las competencias y nuestra fuerza debe servirnos para promover ampliamente la participación de nuestras ingenieras y nuestros ingenieros. Ponerlos a disposición para que formen parte de los equipos que serán capacitados para hacer de pares evaluadores.

La invitación está hecha, tenemos mucho por celebrar y mucho por hacer.

¡Feliz día de la ingeniería!

Ing. Oscar Pascal
Presidente del CONFEDI