La educación en Ingeniería ha vivido en tiempos recientes cambios significativos, varios de ellos surgidos de las crisis del planeta, de los continentes y de los países, lo que ha motivado nuevas formas para hacer las cosas y enfrentar los retos de un mundo cada vez más complejo.
Como parte de esta dinámica, las universidades han tenido procesos que se aceleraron mucho más. Por ejemplo, la virtualidad pasó de ser una herramienta de uso excepcional a convertirse en uno de los medios más importantes de relacionamiento en los escenarios académicos y administrativos. Se debatía que la calidad se afectaría porque los medios remotos no podían garantizar un correcto proceso de enseñanza – aprendizaje, una evaluación adecuada, incluso la atención de los estudiantes en las aulas virtuales. Varios de estos temas se superaron y se ratificaron, aspectos como el autoaprendizaje, donde los estudiantes tienen la autonomía y la responsabilidad de adquirir los conocimientos, las competencias y las habilidades para ser un profesional competente. Es necesario indicar que el sector productivo será el gran evaluador de estas dinámicas.