El Covid 19, más conocido como Coronavirus, puso en emergencia sanitaria a todos los países del mundo, incluida la Argentina. En medio de la cuarentena dispuesta por el Gobierno Nacional, el rol de las universidades comenzó a cobrar gran relevancia una vez más. Y no solo desde áreas exclusivamente de Salud… sino también de las Ingenierías que dijeron “presente” ante esta situación.

Un ejemplo de ello es el caso de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en especial la carrera de Bioingeniería, que decidieron hacer frente a esta situación desde tres líneas: apoyo a los ministerios, colaboración con empresas y desarrollos propios de la universidad.

En primera instancia, pusieron a disposición del Ministerio de Salud entrerriano capacidades tecnológicas y recursos humanos para poner en funcionamiento o hacer verificaciones de los ventiladores pulmonares (comúnmente llamados respiradores) que actualmente están en marcha o que deberían ser reparados, de modo tal de asegurar su eficacia. Desde las instituciones de salud les solicitaron también verificar bombas de infusión, cardiodesfibriladores e incubadoras, para estar preparados en el caso que la situación se complique con el correr de los días.

Por otro lado, les llegó la información de dos empresas cordobesas dedicadas a la fabricación de respiradores, que debido a esta emergencia, tuvieron que disponer hasta de su personal de atención al público para que colabore en la fabricación. Al saber de esto, también se dispusieron a ayudar a incrementar la capacidad de producción, ofreciendo personal especializado, laboratorios, impresoras 3D, montajes mecánicos y ensayos de laboratorios.

Por último, la propia facultad está trabajando en el desarrollo de kits microfluídicos rápidos para detección de COVID-19. Por si fuera poco, el área de Bioseguridad de la facultad está colaborando en el asesoramiento de programas de desinfección.

“El compromiso de la universidad pública con la sociedad debe quedar de manifiesto día a día, pero más aún en estos momentos en que la vida de muchos conciudadanos se está poniendo en juego”, dice Diego Campana, decano de Ingeniería de la UNER. “En una emergencia sanitaria como ésta la Bioingeniería cumple un rol central, porque conjuga la ingeniería, la ciencia y la tecnología para brindar respuestas a problemáticas de la salud, la medicina y la biología en general. Por eso tan importante que pongamos a disposición todos los recursos que generamos en las universidades y así poder colaborar en un momento tan crítico para nuestro país”, agregó.

Por su parte José Basterra, presidente del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), agregó que “en todo contexto de crisis como la que estamos viviendo, hablamos de oportunidades. Y la Ingeniería tiene justamente esta capacidad de reacción para adaptarse a esa crisis, aportando profesionalismo y compromiso. El ejemplo de la UNER es una muestra cabal de esta realidad”.