La práctica, en sus diversas alternativas, constituye un aspecto fundamental en la formación de los ingenieros e ingenieras. Dentro de ella, tienen especial relevancia las actividades de laboratorio, que incluyen la realización de experimentos, la aproximación al conocimiento y operación de equipos y sistemas o la implementación de ensayos específicos en el marco de actividades de proyecto y diseño.

En este contexto, los laboratorios remotos encuentran su lugar como una alternativa acorde a las características propias de la era digital que transitamos y pertinente para la formación práctica, que no sustituye ni invalida la actividad de laboratorio presencial, sino que la complementa, brindando a los estudiantes la opción de acceder de manera re- mota a equipos y sistemas reales y operarlos, realizando con ellos actividades diversas en función de las opciones y posibilidades específicas que brinda cada laboratorio y de la propuesta didáctica realizada por los docentes.

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