La educación superior en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) ha pasado por un período turbulento durante varias décadas. Las presiones por reformas son consecuencia de la disminución de las inscripciones de estudiantes,  las altas tasas de deserción en estas disciplinas y el surgimiento de poderosas estrategias de enseñanza alternativas que la ciencia cognitiva y la investigación educativa han demostrado que promueven el aprendizaje y la retención mejor que los métodos de enseñanza tradicionales. Además, la investigación ha demostrado que los cursos en línea y los presenciales producen, en promedio, resultados de aprendizaje comparables. Al mismo tiempo los cursos híbridos que combinan las mejores características de ambos, son más efectivos que los presenciales o en línea por sí solos.

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