El contexto de emergencia pública sanitaria a causa de la pandemia del COVID-19 y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio establecido por el
Poder Ejecutivo, que rige desde el 20 de marzo, ha obligado al sector público y privado a replantear estrategias de comunicación y trabajo a distancia, a fin de sostener la continuidad de las actividades que así lo requieren. En ambos casos, se encuentran atravesando un proceso complejo de reformulación y adaptación de las condiciones laborales.
Ante la coyuntura, se decidió realizar un relevamiento, para comprender el alcance y las limitaciones de la implementación del Home Office.
Los resultados del mismo permiten afirmar que la modalidad de trabajo dispone de múltiples ventajas, con aspectos todavía a ser trabajados: la disponibilidad de recursos tecnológicos, espacio habitacional adecuado y condiciones ergonómicas para sostener la jornada laboral. Asimismo, la cultura organizacional y el liderazgo demuestran ser aspectos fundamentales para lograr una implementación satisfactoria.

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